Las entidades afirman que el empleo y comercio de estas zonas se verán afectados por las medidas hasta el 30 de agosto

Acopi y Fenalco se mostraron preocupados ante los recientes anuncios de la Alcaldía de Bogotá, en los cuales se indica que durante las siguientes dos semanas en Usaquén, Chapinero, Teusaquillo, Puente Aranda, Antonio Nariño, Santa Fe y La Candelaria, vuelven a cuarentena.

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Por un lado, Acopi indicó que se deben delimitar de forma más específica las zonas que tienen que cumplir con los cierres, «ante las medidas insuficientes del Gobierno Nacional para mantener el tejido empresarial mipyme».

Reiterando que la única salida para que se recuperen los comerciantes «es seguir produciendo, por lo que las zonas industriales y las empresas que en ellas se encuentran deben seguir abiertas cumpliendo de forma estricta los protocolos de bioseguridad exigidos«.

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Finalmente, Acopi pide considerar que las medidas, pies al estar cerradas, muchas empresas no pueden cumplir con las entregas de productos, desplazando la demanda hacia productos importados o manufacturados en otros municipios sin restricciones de confinamiento.

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A su vez, Fenalco Bogotá reconoció que la situación de la curva de contagios y saturación de las UCI’s amerita medidas de control, pero declaró que no es con el confinamiento total que se logra y que, «las consecuencias del cierre definitivo de nuevos establecimientos comerciales y de actividades productivas, así como la pérdida de más empleos serán incalculables».

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Por ello, su director, Juan Esteban Orrego, señaló que «los comerciantes nos han manifestado que con estas nuevas medidas no tienen más opción que despedir a sus empleados porque no tienen cómo pagar salarios de 15 días de personas que no van a trabajar, sin ni siquiera tener una incapacidad que amortigüe el pago de salario, y sumando que otros 15 también tendrán que pagar con los negocios cerrados».

Además de Acopi, Fenalco se pronunció sobre nuevas medidas en Bogotá