No solo Colombia es afectado por el condicionamiento para acceder a la alimentación sana. Latinoamérica y el Caribe figuran en el mismo patrón.
No son temporadas fáciles para la economía mundial que ha mermado el consumo de bienes y servicios, a tal punto, en el cual es necesario ajustarse el cinturón y escatimar en gastos. La comida no ha sido ajena a la crisis de la inflación y, con mayor razón, aquella que podría denominarse “saludable”.
Naciones unidas, en su informe “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional” del ya finalizado 2022 y publicado el 18 de enero, aseguró que el 22.50% de los habitantes en América Latina y El Caribe (una cifra cercana a 131.3 millones de personas) está económicamente imposibilitada para acceder a dietas saludables.
????En Colombia????????, la falta de asequibilidad de una dieta saludable afectó a un 26,5% de la población en 2020, mayor al promedio regional de 22,5%.
????????Descarga aquí el informe #Panorama2022 ⤵https://t.co/gcteTEIMds pic.twitter.com/YvKfJw0ntK
— FAO Colombia (@FAO_Colombia) January 18, 2023
El reporte referencia un aumento de 8 millones de personas sumadas al grupo vulnerable con respecto al 2019, aclarando que ha habido una variación sobre el coste diario de la dieta ubicando nuestra alimentación distante de otras regiones del mundo: Caribe, 4.23 dolares; América del Sur, 3.61% y Mesoamérica, 3.47.
CAUSAS
La alimentación saludable, de acuerdo a Naciones Unidas, se ha visto afectada por la carencia de ingresos en los países, la incidencia de la pobreza y el nivel de desigualdad.
Así mismo, manifestó que la post-pandemia del Covid-19 y la guerra en Ucrania ha dinamizado el valor de los alimentos.
Sobre las soluciones y planes de acción de cada Estado: “Ninguna política por sí sola puede proporcionar la solución a esta problemática. Es necesario reforzar los mecanismos de coordinación nacionales y regionales para responder al hambre y la malnutrición”, afirmó Mario Lubetkin, Subdirector y Representante regional de FAO para América Latina y el Caribe.
Finalizó con: “Para contribuir a la asequibilidad de dietas saludables, se requiere crear incentivos para la diversificación de la producción de alimentos nutritivos dirigidos principalmente a la agricultura familiar y productores y productoras de pequeña escala, medidas para la transparencia de los precios de estos alimentos en los mercados y el comercio, transferencias en efectivo y otras acciones como la mejora de los menús escolares”.
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