La naturaleza hace lo posible por salvarse.

Sidney, Australia, se ha visto afectada por intensas lluvias, las más intensas desde hace 30 años, a causa de un temporal que ha provocado inundaciones en varias ciudades del país pero que a su vez ayuda a contrarrestar los monstruosos incendios que llevan meses devastando gran parte del continente oceánico.

La Oficina de Meteorología indicó que en los últimos cuatro días han caído en la ciudad 391,6 milímetros de lluvia, la mayor cantidad desde febrero de 1990 cuando se alcanzaron los 414,2 milímetros, y advirtió de más precipitaciones en los próximos días.

Riesgos constantes de inundación

El mismo organismo gubernamental emitió diversas alertas por riesgo de inundaciones y avenidas de agua a lo largo de ríos y del litoral del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, y también por posibles daños en la costa a causa del fuerte oleaje y mareas de un nivel por encima de lo normal.

Casi 90.000 usuarios se encuentran sin suministro eléctrico en varias zonas de la costa al norte de Sídney y de la periferia de la ciudad, según dijo la compañía eléctrica Ausgrid a través de Twitter en un mensaje que acompañó de imágenes de árboles caídos sobre coches, casas y cableado urbano.

Las lluvias han ayudado a los bomberos en su lucha contra la oleada de incendios que desde septiembre afecta el sureste del país, con más de treinta focos extinguidos desde el viernes solo en Nueva Gales del Sur.

Noticia positiva

«Esta es la noticia más positiva que hemos tenido en bastante tiempo», dijo a través de Twitter el Servicio Rural de Bomberos de este estado que cifró en 1,5 millones de hectáreas la superficie quemada por estos fuegos.

Uno de estos incendios es el de Currowan, a 200 kilómetros al sur de Sídney y 90 al este de Camberra, donde permaneció activo durante 74 días, calcinó casi medio millón de hectáreas, y destruyó 312 casas y dañó otras 173.

Desde septiembre los incendios han cobrado la vida de 33 personas y han arrasado un terreno de unos 180.000 kilómetros mayor que el tamaño de Uruguay o Camboya.