El Real Madrid ahora puede poner más arena en el camino de los culé ganando contra el Villarreal, aproximándose así cada vez más a otro campeonato blanco
El Barcelona se jugaba gran parte de sus aspiraciones al título de Liga ante el Atlético de Santiago Arias, titular. Necesitaba ganar a un rival importante para recuperar confianza y volverse a poner líder antes del partido del Real Madrid ante el Getafe, pero se tuvo que conformar con un empate (2-2) y otro punto que le deja a uno de los blancos con un partido más disputado. Próxima parada: Villarreal.
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Los de Simeone metieron pronto el miedo en el cuerpo al Barcelona, con una falta lateral de Carrasco desde la derecha que se fue envenando hasta rozar el poste izquierdo de Ter Stegen. Por suerte para los culés no llegaron ni Giménez ni Diego Costa al remate en una jugada mal defendida por la defensa azulgrana.
A donde sí llegó, por desgracia para él y su equipo, fue a un córner que puso Messi desde la derecha al primer palo. En su intentó de cerrar las piernas o despejar la acabó desviando hacia su portería para desconcierto de un Oblak que nada pudo hacer.
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Lo llaman fuego amigo. La alegría le duró poco sin embargo al Barcelona, cazado a la carrera por Carrasco por Arturo Vidal. Hernández Hernández no dudó y señaló la pena máxima. Diego Costa fue el lanzador, y su disparo centrado lo adivinó Ter Stegen.
Al Barcenola simplemente no le alcanzó
No era la noche del hispano brasileño, pero el alemán se había adelantado con los dos pies a la línea para atajar y Mateu Lahoz en el VAR no lo pasó por alto. Con el reglamento en la mano, bien arbitrada aunque la distancia no fuera excesiva. A la segunda, gol de Saúl y empate a uno con un lanzamiento al mismo lado que el de Costa que no adivinó Ter Stegen, amonestado en la acción.
La decisión arbitral envalentonó al Barcelona, que trató de ponerse por delante de nuevo antes del descanso. La tuvo dos veces Messi: con un remate que buscaba la escuadra y no la encontró por centímetros y con un libre directo que, tras desviar Saúl, tapó Oblak con un gran rectificado. Arias por su lado estuvo obligado a defender más que atacar, como era previsible estando allí Luis Suárez o Jordi Alba.
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La segunda parte empezó igual de movida, con un penalti de Felipe a Semedo en la frontera del área por un contacto que el colegiado consideró suficiente. Messi no desaprovechó el regalo y con un lanzamiento a lo Panenka engañó por completo a Oblak para dar oxígeno a su equipo.
El Atlético, lejos de arrugarse, se fue a por el empate. Lo rozó en un buen centro de Arias desde la derecha que cabeceó Diego Costa por encima de Arturo Vidal cerca del poste derecho de Ter Stegen.
La película de suspense en el Camp Nou no había terminado. Cumplida la hora de juego, tercer penalti de la noche en una acción de Semedo de nuevo con Carrasco, un tormento para el Barcelona cada vez que pisaba el área.
De jugar en el Dalian Yifang chino a ser protagonista en un partido que miraba medio mundo. Saúl volvió a tomar la responsabilidad de lanzar, y volvió a acertar aunque por poco. Esta vez, Ter Stegen adivinó la dirección del lanzamiento y casi la saca.
Con 2-2 fue el turno de Joao Félix en sustitución de un Marcos Llorente más apagado que en las últimas jornadas. Partido en el aire en busca de un héroe. Arturo Vidal opositó con un remate que se marchó por muy poco, mientras Griezmann, suplente otra vez por tercera vez en cuatro partidos, calentaba en la banda sin que nadie le prestase atención. Para Setién ya va antes Ansu Fati, que entró en el 84′.
Griezmann fue la última sustitución en el 90′. Cuatro minutos para el francés. Su compatriota Lemar la tuvo para el Atlético al final. En la portería contraria, no se repitió el milagro de Messi con un gol agónico.
