«La parte rusa espera que en el futuro las misiones diplomáticas» de Suecia, Polonia y Alemania «respeten escrupulosamente las normas del derecho internacional»

La dictadura de Rusia informó este viernes que decidió expulsar a los diplomáticos de Alemania, Polonia y Suecia tras acusarlos de participar en una manifestación a favor de la libertad del opositor Alexei Navalni.

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Estos representantes europeos habrían sido parte de concentraciones «ilegales», según el régimen liderado por Vladimir Putin, el 23 de enero en San Petersburgo y Moscú, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Este anuncia llega solo después de una reunión a puerta cerrada del canciller ruo, Serguéi Lavrov, con el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrel.

Este último condenó «enérgicamente» la decisión del Kremlin, subrayando que «debe ser reconsidera» de inmediato.

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Suecia, por su parte, calificó esta medida de «completamente infundada» indicando que «se reserva el derecho a reaccionar de forma apropiada».

A su turno, la canciller de Alemania, Ángela Merkel, tildó esta expulsión como injustificada. «Creemos que es otro aspecto más que se puede observar ahora mismo de que Rusia está muy alejada del Estado de derecho», la líder con más credibilidad en toda Europa.

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Aunado a ella, el presidencia de Francia, Emmanuel Macron, condenó el hecho. «Sobre el caso Navalni, como ya he dicho, condeno con la mayor firmeza posible lo que ha sucedido,desde el envenenamiento hasta (…) la condena, y ahora la expulsión de los diplomáticos alemanes, polacos y suecos, que fue decidida por Rusia», dijo Macron en rueda de prensa.

El Ministerio de Exteriores de Rusia consideró las supuestas acciones de los diplomáticos europeos como «inaceptables e incompatibles con su estatuto diplomático».

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«La parte rusa espera que en el futuro las misiones diplomáticas» de Suecia, Polonia y Alemania «respeten escrupulosamente las normas del derecho internacional», agregó.