El ejercicio, uno de los pilares para una vida sana, según expertos debe hacer parte de nuestra rutina por lo menos 4 días cada semana.
Recientemente la OMS hizo público un abanico de recomendaciones sobre las cuales es importante basarse en caso de que queramos cambiar nuestros hábitos para el 2023. Al mismo tiempo que los categoriza de acuerdo a la edad y algunas condiciones que pueden generar variables entre la serie de ejercicios que se empezarán a desarrollar en función del cuerpo.
Move.
Your.
Body.It doesn’t matter how you move or how fit you are. When it comes to your health and wellbeing, Every Move Counts. #BeActive! ????https://t.co/zD9yiGmDYK pic.twitter.com/yUdeDMwFnm
— World Health Organization (WHO) (@WHO) November 26, 2020
Inicialmente, la organización destaca que NO hay actividad física perjudicial. Desde el cardio con bicicletas, salto de lazo o trote; hasta el levantamiento de carga con mancuernas o máquinas propias de un gimnasio. Cada uno llevado a su propia proporción con base en enfermedades, limitaciones, peso corporal y otros factores individuales.
Está comprobado científicamente que la práctica del ejercicio tiene múltiples beneficios a nivel mental:
• Combate la depresión y la ansiedad.
• Aumenta la autoestima.
• Ayuda a evitar la procrastinación, a las cuales por su naturaleza no se puede faltar.
• Dependiendo el objetivo, a través de la ingesta y quema de calorías, impulsa la eliminación de los trastornos alimenticios los cuales, en algunos casos, son creados por condiciones psicológicas.
Aportes de la actividad física
El estudio, argumenta que en niños y adolescentes, el estado cardiorrespiratorio y muscular se optimiza, al mismo tiempo que la salud ósea para la vejez y el desempeño cognitivo. De otro lado, en adultos convencionales, se previenen incidentes de hipertensión, caídas, lesiones y reducen las posibilidades de adquirir cánceres de vejiga, mama, colon, endometrio y de carácter gástricos y renales. Por último, las mujeres embarazadas no deberían ser ajenas al ejercicio, pues este disminuye el riesgo de trastornos hipertensivos, diabetes gestacional, depresión puerperal y complicaciones en el parto.
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