¿Qué tan difícil es tener un huerto en casa? ¿Puedo cultivar mis propias verduras? Para estas y muchas preguntas más tenemos la respuesta hoy en Momento 24.

Tener un huerto en casa y poder disfrutar de los productos cosechados en el hogar genera en tiempos de pandemia satisfacción y tranquilidad para todos. Estarás tranquilo por su fertilización y por su manipulación.

Nuestra invitación hoy es a motivarte y aprovechar el periodo de aislamiento y empezar tu huerta en casa, según el espacio que tengas disponible puede ser vertical u horizontal y lo mejor, con materiales reciclables.

Sigue estos consejos para construir un huerto en casa

Así puedes hacer compost casero

  • Cajones y armarios viejos, rotos o en desuso también pueden servir de plataforma para construir un huerto urbano vertical.
  • Si son de madera, recuerda forrar los cajones con bolsas de plástico antes de introducir la tierra, y procura guardar distancia entre ellos para que penetre la luz.
  • Puedes construir macetas con garrafas y botellas de plástico vacías.
  • También puedes usar pequeñas cajas de madera, de las que se usan para transportar fruta y que normalmente se tiran tras usarlas una sola vez. En tu frutería habitual te podrán dar las que necesites totalmente gratis.
  • Elegido el recipiente que vas a usar, solo tendrás que rellenar de tierra las macetas, los cajones o las cajas y plantar tus semillas.

Elección de la tierra y semillas:

La tierra que más le conviene a un huerto urbano es la que encuentras en cualquier campo labrado. Si tienes compost obtenido con el reciclaje de materia orgánica, es perfecto para ello (y completamente gratis, si lo haces en casa).

Tips:

  • Elige plantas de temporada: ahorrarás recursos (agua, luz…) y contribuirás a mejorar la salud de tu huerto.
  • Combina distintos tipos de plantas: aromáticas, flores… junto a hortalizas y verduras. Algunas de ellas son repelentes naturales de plagas y hongos que perjudican a tu huerto.
  • Crea tus propios planteles: puedes usar cubetas de huevos vacías para hacer crecer tus semillas con algo de papel húmedo o tierra esponjosa, y trasplantarlas luego a su lugar definitivo.