La oportunidad perdida por los culé hace que ahora no dependan de ellos mismos para coronarse y el Atlético de Madrid da las gracias
El Barcelona sucumbió ante su falta de piernas, aire y juego frente a un Granada que se lo creyó y que tuvo entre sus filas a un Darwin Machís excelso, que tuvo una sola sí, pero que cuando la tuvo la mandó a guardar sin contemplación alguna.
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Los de Ronald Koeman tuvieron el control del balón, del juego y de los tiempos durante todo el partido, pero los goles simplemente no llegaron. Mientras tanto los de Diego Martínez fueron fieles a lo suyo, siempre bien ordenaditos atrás y saliendo con balones largos al venezolano que corría y corría por su banda.
Así y todo el Barcelona jugaba en el área del Granada y apenas al 23 ya marcaba el primero. Una jugada de campeonato entre Messi y Griezmann terminó con una definición del argentino que ya se veía como primero en la tabla, pero faltaba mucho todavía por jugar.
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Fueron pasando los minutos y el balón seguía siendo azul-grana, las jugadas peligrosas eran todas en el arco visitante, pero no entraba, el 1-0 se mantenía y así se acabó el primer tiempo.
Los segundos 45 minutos no fueron distintos. El Barcelona tenía el balón en los pies y de hecho Busquets mostraba su mejor versión, no así Ilaix Moriba, Griezmann y Sergi Roberto, que desaparecieron casi que por completo.
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Messi lo intentaba por todos lados, pero el Granada lograba sacarlo todo de su cancha, y así, en una contra, el balón llegó a un Machís que ya arranaba a correr dejando catalanes atrás y cuando tuvo a Ter Stegen en frente se la puso por debajo de las piernas para empatar el partido.
Con media hora por jugar nada estaba dicho: el Barcelona tenía la pelota pero ya no generaba oportunidades y el Granada seguía cerrado atrás pero cada vez que salía en velocidad metía en problemas a los muy lentos Piqué, Umtiti y Minguesa.
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Y por ahí cayó el segundo como un balde de agua para todos los culé alrededor del mundo. Otro contragolpe que encontró mal parada a la zaga local encontró al recién ingresado Jorge Vidal, que de cabeza puso la ventaja para los visitantes y le quitaba la posibilidad al Barca de ser líderes de la tabla.
Los minutos que quedaban no dijeron nada, solo que la frustración del Barcelona se hizo más grande todavía, tanto así que Piqué terminó de centro-delantero demostrando una vez más que ya no está en su mejor momento.
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Con esto el Barcelona se mantiene tercero con 71 puntos, el Real Madrid con la misma cantidad y el Atlético de Madrid líder con 73. Ya todos tienen los mismos partidos jugados.
