Los jugadores se quejan por la falta de organización en medio de la bruma producida por los incendios.

Este sábado la dirección del Abierto de Australia anunció que en dado caso de que la polución del aire llegue a un nivel determinado se podrían suspender los partidos del primer Grand Slam del año.

Durante el anuncio se presentó un sistema que mide la contaminación y se aclaró que si la tasa de partículas finas sólidas y líquidas en suspensión en el aire (PM2.5) alcanza las 200, lo que supone el quinto grado de escala que mide la calidad del aire se suspenderá el juego.

Asimismo, se declaró que los árbitros podrán interrumpir un partido si lo estiman oportuno, pues este martes la eslovena Dalila Jakupovic tuvo que abandonar en pleno partido tras haber sufrido violentas crisis de tos en la pista. Y varios jugadores necesitaron inhaladores para aliviar los problemas respiratorios.