«No habiendo ninguna otra alternativa, debemos recurrir a lo que esté en nuestras manos para atender a los pacientes»

El médico Yohanny Andrade, uno de los protagonistas del escándalo sobre una supuesta investigación y una ya confirmada experimentación en pacientes positivos a Covid-19 con dióxido de cloro, señaló a través de un video que probó el «tratamiento» en su hija, quien había sido infectada con el coronavirus.

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Este sujeto habría experimentado con tres pacientes más en la Fundación Hospital San Carlos sin la anuencia de supervisores, junta directiva no por su puesto de Invima.

Según el mismo Yohanny Andrade, su objetivo era ensayar clínicamente una cura para el coronavirus con esta sustancia. «No habiendo ninguna otra alternativa, debemos recurrir a lo que esté en nuestras manos para atender a los pacientes», dijo en un video publicado en Youtube.

Él asegura en este video que, además, que luego de viajar a España, donde deduce que su familia (su mujer y su hija de tres años) y él estaban contagiados, ya que presentaban síntomas de la Covid-19, decidieron consumir esta sustancia de la cual «obtuvo unos resultados espectaculares».

En el mismo material multimedia afirmó que tras ingerir esta sustancia (que no es considerada un medicamento por ninguna entidad de salud gubernamental en el mundo), la Secretaría de Salud de Bogotá realizó las pruebas a su familia y dieron negativo a Covid-19.

Basado en su propia experiencia y sin fundamento técnico, decidió dar una cucharada cada hora de este químico (hasta completar el consumo de un litro) a tres pacientes con coronavirus en el Hospital San Carlos. Todo ello, con el consentimiento de estos tres pacientes, pero sin la aprobación del centro médico. «No tiene la evidencia clínica que debería tener, pero tiene 13 años de experiencia, 13 años de investigación y muchos resultados en otros tipos de patología», dijo.

Además, el médico Yohanny Andrade aseguró que iba a iniciar un plan piloto para hacer control de esta patología en varios hospitales del país. «No tenemos los recursos que hay en China o en España, pero el número de pacientes, por el no aislamiento, va a hacer que la situación se torne crítica y queremos iniciar el proceso de protocolo preventivo y manejo para este tipo de patologías buscando disminuir los pacientes a nivel hospitalario». Todo ello, sin tener visto bueno del Invima, lo cual es obligatorio.