Por: Esteban Jaramillo Osorio

Ando en excitado zapping, con futbol aquí y allá. A toda hora, todos los días, matizando las mañanas con ciclismo que perdió las figuras con brillo, en las grandes vueltas.

*Pelé, en su cumpleaños (80), hace poco. El más grande, el mejor de la historia, motivo suficiente para la sucesión de imágenes y videos que hemos visto, recordando su pasado de ensueño, como homenaje.

Frenética la copa libertadores, que parece jugarse siempre con vértigo, al igual que la suramericana, premio de consuelo para los eliminados clubes colombianos, que aprietan los calendarios.

De contera la champions, la liga UEFA y los partidos de selección, camino al mundial. James nos encadena al televisor, para ver sus faenas y las del Everton que mucho seguidor ha ganado entre nosotros.

En Colombia, futbol en atasco, atrapado por las trampas en el juego, jugar a no jugar es la receta predilecta. Escasa es la capacidad para competir en las alturas de las tablas, solo unos lo logran, por el limitado aporte de entrenadores de bolsillo.

Y el VAR con su enervante protagonismo, por las vergüenzas humanas que lo manipulan. ¿Qué es esto?… Parecen resultados preconcebidos que llegan, me resisto a creerlo, de las apuestas debajo de la mesa.

Cruce de críticas por las exclusividades. Son buenas cuando se participa en ellas. Funestas cuando no. El privilegio de estar en las roscas, o los celos con la competencia.

Es nuestro futbol, que no se promueve…solo se programa…Y, en ocasiones, sin respeto.

EJO

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