«No nos está permitido entrar a esas zonas. Tenemos que respetar esos territorios, y si queremos entrar, por ejemplo, a las aldeas Los Ríos, Las Flores o Palmarito, debemos tener permiso del Eln, porque nos pueden matar”

 

Eln en Venezuela. La periodista venezolana Sebastiana Barráez informó en las últimas horas que en Seboruco, municipio del estado Táchira, frontera con Colombia, un grupo de Eln que le ha jurado lealtad al dictador Nicolás Maduro, tomó el control.

El Eln a sus anchas

Los irregulares se rotan por las aldeas, los municipios y el estado. Llegan en pequeños grupos, acompañados de varios presos de diversas cárceles del país, a quienes tienen haciendo «trabajo comunitario».

«Llevan los cilindros con el gas doméstico para cocinar y también gran cantidad de alimentos. Se instalan en un sitio determinado del municipio, desde donde van desplazándose para las reuniones con productores, incluso con gente muy humilde que a veces solo tiene fe en el rumoroso misterio de los ensalmos», escribe la periodista venezolana en Infobae.

En total habría poco más de 170 guerrilleros regados por el pueblo, en motos. «Los jefes van en camionetas, por ejemplo, el comandante principal eleno, que hizo la reunión en la aldea Las Flores, usa una lujosa camioneta Kava Toyota a gasoil, combustible que obtiene fácilmente a través de los militares o se los quitan a los finqueros», dice la periodista.

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Y agrega: «Es abundante el armamento de guerra que usan, incluyendo fusiles y pistolas. Además, cargan sofisticados aparatos electrónicos, computadoras y teléfonos satelitales».

Régimen y guerrilla, dos patas de una sola mesa

El régimen y el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), imponen a los integrantes de los llamados consejos Comunales, reconociendo a aquellos que son dirigidos por chavistas. Eso lo logran diciendo a las comunidades que solo los Consejos Comunales cuyos miembros estén identificados con la revolución bolivariana de manera incondicional, serán los que reciban las bolsas de comida CLAP u otros beneficios, que en algunos casos incluyó materiales de construcción, cargos de personal administrativo o de limpieza en las escuelas, en los institutos o ministerios dependientes del gobierno.

Los consejos comunales son los que facilitan las reuniones que el ELN ha realizado en varias aldeas,donde van dándose a conocer, explicando a qué se debe su presencia en la zona, asegurando estar ahí para ayudar a la comunidad porque están en estado de indefensión, “como casi todos los pueblos de por acá”, según dijo un guerrillero en Las Flores.

«Ellos iniciaron sus actividades hace tiempo, porque tenían a gente haciendo labores de inteligencia y contaban con personas de la comunidad como informantes. No es casual que el Eln se haya instalado en aldeas como Palmarito y Los Ríos porque ahí está el 25 % de la población del municipio, además son aldeas que se relacionan con Las Mesas y Ayacucho», asevera Sebastiana Barráez.

Un funcionario militar le dijo a Infobae que «no nos está permitido entrar a esas zonas. Tenemos que respetar esos territorios, y si queremos entrar, por ejemplo, a las aldeas Los Ríos, Las Flores o Palmarito, debemos tener permiso del Eln, porque nos pueden matar”.

La guerrilla es gobierno

“Yo fui a una reunión que convocó la guerrilla en mi comunidad el sábado 18 de julio”, dice un habitante de la aldea Las Flores, sector La Paujilera: «Nos reunieron dentro de la escuela municipal. Leyeron la cartilla, dijeron cuáles eran sus condiciones y nosotros no pudimos decir nada, porque el Gobierno está detrás de ellos ¿Qué va a poder uno protestar algo? Ellos ahora son la autoridad”.

Y agregó que «dijeron que a quienes vean sin tapabocas en los camellones los van a sancionar, por ejemplo, llevándoselo, cortándole el cabello y los ponen a limpiar las vías. Obligatoriamente el dueño de finca debe limpiar su camellón, por lo que con esa amenaza todos limpiaron los frentes de las fincas. Advirtieron que no quieren ver a homosexuales ni a prostitutas por ahí. Y que a las mujeres que les sean infieles a sus maridos, se las van a llevar y las van a desaparecer”.

El Eln impone su ley a diestra y siniestra

“Mi compadre, que vive en la Aldea Palmarito, en la parroquia Monseñor Miguel Antonio Salas, también tuvo que asistir a una reunión con los guerrilleros. Y a mi hermano en la aldea Agualinda, a unos ocho kilómetros del pueblo, le tocó su ración de patria, como dicen ahora, y asistir a una reunión con esos tipos”, añadió el asustado venezolano.

Un comandante del Eln, alias ‘Yirson’, «de unos 35 años, piel morena, con un tatuaje en el brazo izquierdo con una imagen”, hicieron una reunión en uno de estos poblados de estado Táchira el 24 de julio e «informaron que a partir de ese momento harían acto de presencia en la zona, dictaron cuáles serían las normas de convivencia que debemos cumplir todos en la comunidad y advirtiendo que ellos, los del Eln, serían los encargados de dirigir todas las actividades que se pretendan desarrollar en la zona».