A tan solo 10 días de terminar su Gobierno el alcalde habla de su gestión.

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, está en la recta final de su mandato en la capital del país y habló con el diario El Tiempo sobre sus logros e intención de construir igualdad para los ciudadanos.

¿Termina el gobierno satisfecho o preocupado?

Quedo muy satisfecho, logramos cosas gigantes y me tomaría varias horas hacer el listado. Quedan cosas muy grandes listas para sacar adelante, con diseños, con recursos.

¿Como cuales?

Por ejemplo, el cable y el parque San Rafael, el sendero de Las Mariposas, el intercambiador en la avenida Bosa con Autosur, la troncal avenida Américas, la calle 13, la planta de tratamiento del río Bogotá, la misma construcción del Bronx Distrito Creativo, la torre del Centro Administrativo Distrital. A mí no me preocupa que nosotros las hubiéramos contratado o no, me hubiera gustado, pero lo que sí me interesa es que se hagan. Si Claudia los continúa, me parece perfecto.

¿Anticipó que le iba a tomar tanto tiempo sacar adelante esos proyectos?

Hay dos cosas que no calculé: el tiempo enorme que toman los diseños, creo que hay un problema con la ley de contratación para diseños. Eso es algo sobre lo que vale la pena reflexionar. La otra parte que no calculé es que, aunque la inmensa mayoría de los jueces hacen justicia de verdad, hay algunos que sin ningún sustento legal lo que utilizan es el poder omnímodo que tienen para parar proyectos enormes y trascendentales como la troncal 7.ª, como el cable y el parque San Rafael. Ahora, yo creo que la troncal 7.ª se va a hacer.

¿Por qué razón?

Primero, porque es críticamente importante y no hay ninguna cosa distinta que se pueda hacer. Segundo, porque hay propuestas presentadas y unos derechos adquiridos por los proponentes. Tercero, porque hay más de 300.000 millones de pesos en recursos del distrito en predios. Y más importante: la Procuraduría, que inicialmente suspendió el proyecto, emitió un concepto favorable hipersustentado, gigantesco (hace quince días), donde dice básicamente que todo está bien hecho. Y como si fuera poco, también la 7.ª es contrapartida del metro. Para cumplir con el 30 % que tiene que poner el Distrito por ley, no se puede cambiar; la 7.ª fue aceptada por el Gobierno Nacional como contrapartida, y como tal está en los Conpes, en el convenio nación-distrito.

De lo que sí pudo hacer, ¿qué es lo que más satisfacción le produce?

Yo dividiría lo que hicimos en tres: lo que se ve, lo que quedó contratado o listo para contratar y lo que no se ve.

¿Y qué hay dentro de lo que no se ve?

Por ejemplo, la seguridad. Nosotros tenemos un problema en hurtos, básicamente porque la mayor parte de estos son excarcelables de inmediato. Es muy difícil ganar una guerra que es como un partido de fútbol en el que cada gol que yo meto me lo anulan. Yo tratando de meter goles, y por cada diez goles me anulan nueve. Yo capturo los personajes, el señor va donde el juez y dice ‘qué pena este es el celular que me robé, aquí lo devuelvo’ y listo. Bajamos los homicidios. Le doy una cifra: hace cuatro años, Bogotá tenía 17 homicidios por 100.000 habitantes y Ciudad de México tenía 8. Hoy nosotros tenemos 12 y Ciudad de México, 14.

¿Qué otros logros no se ven?

La reducción de la deserción escolar, del 3,6 a 1,6. Recibimos 4 % de jornada completa en los colegios y estamos en 18 %. Y con los colegios que están en construcción llegamos a 20 %. El mejoramiento de las pruebas Saber. Se redujo la diferencia entre la calidad de los colegios públicos con los privados, de 17,9 a 10. Se acabaron las filas en los hospitales. Ahora, con muchas más ventanillas y con el sistema del call center, se están dando 4.000 citas al día. Los nacimientos en mujeres de menos de 19 años cayeron 31 %. Se redujo el hacinamiento en los hospitales. Tenemos 26.000 niños estudiando música con la Filarmónica.

¿De lo que es más visible qué destaca?

Por ejemplo, en la contratación de la alimentación, que estaba podrida, enfrentando presiones políticas, logramos cambiar radicalmente eso, con premios internacionales; la reestructuración de la salud ha sido una revolución. La salud era la principal fuente de corrupción, y por eso funcionarios y exalcaldes fueron a la cárcel. Había 22 hospitales, cada uno con un gerente recomendado por un político. Redujimos la pobreza multidimensional al nivel más bajo de la historia, sacamos 130.000 personas de la pobreza.

¿Usted siente que la gente es agradecida?

A mí no me preocupa que sean agradecidos o no. Le doy un ejemplo: en las ciclorrutas –que empezamos de cero–, si pasa el joven, con su pinta de alterno y me insulta, a mí qué me importa, si va en la ciclorruta y a pesar de él mismo, él es el resultado de mi sueño.

¿Le duele tener imagen negativa?

Lo que me duele en el alma es cuando nos paran los proyectos los jueces y los ‘matan’. A mi lo que me interesa es que se hagan las cosas. Lo que hicimos aquí fue con infinito amor por Bogotá.

¿Qué pasó con los colados de TransMilenio, con las ventas ambulantes?

Hicimos mil mejoras operacionales que no se ven. En tema de colados tuvimos policía solo para eso. Debimos haber avanzado más en el tema de las puertas, pero los estudios demuestran que más de la mitad de la gente que se cuela lo hace por el torniquete. Resulta que hay un contrato con los señores de Recaudo Bogotá que es complejísimo de cambiar, entonces, tienen unos torniquetes que son un desastre y no los cambian. Ese es un tema que hay que negociar. Pero en TransMilenio logramos salvar el SITP, comprar 1.441 buses nuevos, comprar los nuevos eléctricos del SITP.

Peñalosa hace un balance de su administración en la ciudad

¿Le faltó cálculo para conectarse con la gente en tiempos de redes?

Yo terminé mi mandato pasado (1998) con 70 % de imagen positiva y Peñalosa se volvió un símbolo de una serie de cosas en la ciudad. No es gratuito que ataquen a TransMilenio, en buena medida también por razones políticas. Y es porque el TransMilenio era un símbolo de Peñalosa. Las redes les sirven a los políticos especializados en decir mentiras. Es absolutamente delirante: las calumnias y las mentiras a mi por alguna razón se me han pegado con facilidad.

¿Eso no lo calculó?

Es que no estaba preocupado por eso. Obviamente es mejor tener 80 % de imagen positiva que 20. Me duele terrible cuando los jueces paran proyectos con los cuales he soñado toda la vida.

¿Le duele más eso que le den duro en las redes?

Claro. A mí me tiene sin cuidado que me den duro en las redes y que me calumnien. Eso me importa cinco. Pero si quiere saber qué me duele, qué me destroza el alma, es cuando me paran el proyecto del cable de San Rafael, cuando me paran la troncal 7.ª, cuando nos demoran proyectos. Eso sí me duele, porque para eso es que yo dediqué toda una vida.

¿Por qué fue tan polémico?

Si algo tengo claro, es que parte de lo que yo estoy haciendo aquí es educando a la gente sobre cómo debe ser la ciudad. Por eso estructuro muchos proyectos a propósito que generan conflicto. A conciencia, para educar, aquí buscamos igualdad. No es por atontado que hice la 7.ª y no me di cuenta de que iba a haber conflicto, fue a ciencia y conciencia; lo que eso implica en términos de igualdad es lograr que Bogotá sea la primera ciudad del mundo en desarrollo en donde los ciudadanos de ingresos altos utilizan el transporte público. Cuando me meto en la discusión del parque Japón no es de tonto ni de no darme cuenta. Es a conciencia para educar a los ciudadanos acerca de qué es lo que debe ser un parque y cómo debe ser una ciudad. Y entre otras, por esa igualdad que hemos construido es que en Bogotá no calan los llamados a la revolución y a salir a incendiar la ciudad, como en otras sociedades. Porque aquí hemos construido igualdad y legitimidad. Muchas de esas batallas las doy por la importancia simbólica que tienen, en el inconsciente de la gente. No es que se dé cuenta de que la ciclorruta o el TransMilenio construyen igualdad, es que en lo público el ciclista es igual de importante al que va en un carro de lujo. Cuando hago la biblioteca así, majestuosa, lo que quiero es hacer un templo, una catedral, un símbolo que muestre que lo importante es el conocimiento, aun para el que no entra a la biblioteca, que tengan claro que los personajes importantes de nuestra sociedad no son los que tienen, sino los que saben, los que enseñan.

¿No le importa ganar en esas batallas?

El tema de qué es lo que piensen de mí en las encuestas me tiene absolutamente sin cuidado. Lo que le agradezco a Dios infinitamente y a los ciudadanos es haber tenido esta oportunidad. Es un milagro, yo no me la creo, haber podido volver todos esos sueños realidad. Y cuando veo que la gente los usa y que son felices, qué me importan a mí las encuestas.

¿Qué lugar ocupa el Bronx en su balance?

Representa una de las cosas que nadie se había atrevido a hacer, ningún alcalde, nunca. El tema del Bronx es importante porque nadie lo hubiera hecho pues el riesgo de fracaso es demasiado alto y muy visible, y a los políticos les da pánico.

¿Ese día fue el más tensionante o hubo otro?

Los temas recientes fueron muy complicados. No por el paro y las marchas, es porque aquí había un grupo muy organizado, con violencia, destruyendo TransMilenio. Cuando aquí se armaron estas manifestaciones, que es normal que salgan a gritar, había unos señores muy interesados en armar aquí una revuelta tipo Chile, donde están organizando su famosa asamblea constituyente para tumbar al presidente; y aquí nos querían hacer lo mismo, unas personas bien conocidas, seguramente en alianzas con una minoría mínima de violentos. Y oh sorpresa: cero, nadie en los barrios populares salió. Nadie. Cero revuelta en Usme, en Bosa, en Ciudad Bolívar o en Rafael Uribe.

¿Y eso es un indicador de qué?

De que hay legitimidad, que nuestra democracia funciona. Capta recursos de manera, incluso, exagerada en los sectores de estrato alto, y prácticamente no reciben servicios, porque allá no hay jardines infantiles, casi que ni parques. Toda esa plata se coge y se invierte en Usme, en Ciudad Bolívar, en Bosa, con profesionalismo, integridad, técnica, porque no es solo la plata sino que se hace impecable. Esta es una democracia que redistribuye el ingreso, y eso produce legitimidad. Y cuando hay legitimidad, la gente cumple las normas y aun denuncia a los que no cumplen con las normas. Obviamente, no es que sea perfecto.

Hablemos de lo que queda en vías…

Se construye la 183 de la 7.ª a la Boyacá, la 153 de la 7.ª a la Boyacá, la Boyacá de la 170 a la 183, y queda con Lagos de Torca de la 183 a la 245; la carrera 9.ª de la 170 a la 190 y con Lagos de Torca de la 190 a la 245, queda listo, esperamos que el Gobierno Nacional haga lo que le corresponde, para hacer la ampliación de la autopista Norte y la carrera 7.ª. La troncal 7.ª queda y, además, yo estoy seguro de que tiene que hacerse, y queda la ampliación de la 7.ª de la 183 a la 200, y de ahí en adelante de la APP, que también queda lista, que se haga lo que hay que hacer.

¿A qué se va a dedicar ahora?

Necesito trabajo, necesito ingresos (risas).

Fuente: El Tiempo.