El entierro se dio tras varios días de homenaje a los fallecidos.

Luego de 17 años los familiares de las víctimas de la masacre de Bojayá, ocurrida en 2002, por fin lograron sepultar a sus familiares, durante la jornada estuvieron acompañados por la Unidad para las Víctimas y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.

Los habitantes de Bojayá recibieron los restos de las víctimas el pasado 11 de noviembre y desde ese momento adelantaron homenajes para dar a sus familiares una despedida que aplazaron por tanto tiempo.

Por su parte, el director de la Unidad Nacional de Víctimas, Ramón Rodríguez, resaltó lo siguiente: «estamos cerrando un capítulo con el entierro final de las víctimas, en una masacre que nunca debió ocurrir.  El Gobierno logró entregar plenamente las víctimas, con el trabajo de la Fiscalía, Medicina Legal y la Unidad . Hay que avanzar en losprocesos por los desaparecidos, porque todavía no sabemos dónde están y debemos trabajar en eso».