Esto se dio luego de los violentos enfrentamientos en la noche de Navidad.

Los manifestantes no dieron tregua en las celebraciones navideñas por lo cual la policía realizó un operativo para dispersarlos, lo cual ocasionó fuertes enfrentamientos con el uso de gases lacrimógenos y cócteles molotov.

El gobierno local, afín a Pekín, lamentó lo ocurrido y calificó a los grupos que protestaron como «alborotadores irresponsables y egoístas” que habían «estropeado” la Navidad.

La responsable del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, publicó el siguiente mensaje en su cuenta en Facebook «actos ilegales de este tipo no sólo han estropeado el ambiente festivo, sino que también han perjudicado a los comercios locales».