Por: Observador24

El COVID-19 mantiene al mundo encerrado y contra las cuerdas, nos deja a todos preocupados en casa recibiendo miles de mensajes sobre remedios caseros, tips espirituales, amigos e influencers dando recetas para soportar el aislamiento social y aceptar de buen recibo lo que nos pasa.

En medio de semejante reto para gobiernos, sistemas de salud global y la sociedad debemos buscar qué nos va a dejar de bueno, enseñanza o reflexión esta pandemia. Si bien no existen recetas mágicas para el futuro podemos dar por descontado que varias cosas serán reales.

Creencias

En primera instancia, hay un regreso a la espiritualidad, independiente de cada religión o creencia y el hecho de reconocer que tenemos un Dios que nos da muestras de su obra en este mundo. A pesar de una nueva ola de libertinos, ateos, librepensadores y científicos que basan toda su argumentación en conspiraciones, brujería, fórmulas matemáticas, científicas y ciencias exactas, pero cuando la vemos fea siempre recurriremos a Dios; en mi caso me deja más tranquilo creer en el todo poderoso y por tradición la Iglesia Católica con sus virtudes y defectos.

Lo bueno del COVID-19

Tecnología

En segundo lugar, un tema está claro y es que la tecnología termina de consolidarse como el gran motor de la nueva economía. No hay duda que tendrá aún más influencia para el comercio, educación, reuniones de negocios, manejo del dinero, entretenimiento y todas las actividades de la vida moderna, a sabiendas que también nos puede agobiar y necesitamos pausas de desconexión.

Es importante mencionar que todas las instancias empresariales, y no solo las nuevas startups o emprendimientos tecnológicos, tendremos una mejor disposición al teletrabajo, la virtualidad y las reuniones a distancia. Situación que nos puede ayudar de gran manera en ciudades como Bogotá donde los trancones y la abrumadora contaminación nos tienen al borde de un ataque de nervios o de asma.

Lo bueno del COVID-19

Agricultura

Otro factor de gran relevancia que nos hace reflexionar en este encierro, es el papel que cumplen los encargados de proveer los alimentos para toda la población. Los agricultores, granjeros, campesinos y la agroindustria en general, nunca antes los apreciamos tanto y reconocimos su trabajo, un tanto olvidado y subvalorado por esta sociedad ávida de lujo y modernismo.

Al respecto, considero que es un despropósito nefasto y, por decirlo, menos criminal saber que los alimentos se usan como medio de especulación, como si fueran papeles, acciones o títulos valores que se acaparan, se venden a futuro o se sueltan al mercado según el interés de los fondos de inversión a sabiendas que son el alimento de la población mundial y dependiendo del giro de las monedas o la voluntad de unos señores sentados en unos escritorio que tranzan en la bolsa de Chicago y otras.

A menor escala, están los intermediarios que acaparan y mal pagan al pequeño productor. En esos términos, el agricultor está más expuesto a que la cosecha le deje margen para seguir cultivando o lo ponga en la ruina y, no propiamente, porque su producto sea de buena o mala calidad. Como pasa con los caficultores de Colombia que cada cierto tiempo piden ayudas al gobierno porque el precio de la libra de café se baja en la bolsa o el dólar no les conviene. Práctica macabra y retorcida del mundo moderno donde lo establecido no tiene sentido, pero parece que nada lo puede cambiar. Al parecer ni una pandemia que puede amenazar la seguridad alimentaria en el mundo.

Lo bueno del COVID-19

Profesionales de la salud

Fundamental y determinante para el futuro resulta la importancia de los sistemas de salud, médicos, enfermeras, auxiliares y todo el entorno que deben velar por el cuidado y atención de la emergencia, que nos llevará a grandes discusiones sobre los desajustes de todo el engranaje, con constante robo en entidades estatales y cuestionamientos en proveedores privados, sin embargo, es fácil criticar desde afuera y debemos elogiar lo que tenemos y ayudar a mejorar. De otro lado, también tenemos muchos casos para mostrar con excelentes instituciones y profesionales de la salud.

Lo bueno del COVID-19

Medio ambiente y bondad

Por mencionar otro tema positivo, es agradable ver el alivio que tiene el planeta por el pequeño respiro que le dimos al dejar de quemar tanta gasolina, carbón y diésel, por dejar unos días los vehículos guardados y las industrias en pausa. Vale la pena reflexionar y de qué manera para ver la importancia de un transporte público decente, dígase: buses, taxis, metro cables, motos y particulares eléctricos, el uso de la bicicleta y nuevas formas de movilidad, para un futuro más promisorio, tranquilo y amigable con la salud humana y del planeta.

La solidaridad es otro gran tema que aflora, es bueno ver que hay varias campañas de ayuda y escenarios para compartir y apoyar a los que están en desventaja para subsistir a la crisis, por ahora y luego de 20 días de este nuevo reto social Colombia da muestras de sensatez como sociedad. Con autoridades centradas en las soluciones, la oposición al gobierno en pausa y con ojo abierto por no poder continuar con la protesta en la calle y la presión al estado, con un país más unido frente un problema grande, terrible y más abrumador que los problemas de años que no se resuelven solo con marchas y piedra en la calle, si no con trabajo duro el y esfuerzo de toda una sociedad unida.

Bueno, esperemos que si cumplimos con las recomendaciones y el virus nos deja volver a abrazarnos, disfrutar nuestro bello país y salir a implementar todas las enseñanzas del encierro preventivo, logremos encaminar el rumbo por mejores prácticas y salgamos fortalecidos como país y sociedad que debe corregir, aprender y avanzar en los grandes retos que tenemos como seres pensantes.