El ente judicial esclareció el hecho y reveló que el menor era golpeado brutalmente por su padrastro
El 31 de agosto falleció un menor de tan solo 23 meses de nacido luego de que presuntamente se cayera por las escaleras en su casa, sin embargo, luego de investigar los hechos la Fiscalía General de la Nación concluyó que no fue un accidente y se judicializó al padrastro de la víctima como presunto autor de homicidio agravado.
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El acusado de 37 años fue enviado al centro de reclusión de Santa Rosa de Viterbo, Boyacá, por el juez con función control de garantías del municipio de El Espino tras la captura que se dio el pasado 9 de septiembre.
Según el reporte oficial de la Fiscalía el menor venía siendo agredido físicamente, al parecer, por el hoy procesado desde hacía un mes. Además, de acuerdo con el dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal, la muerte del menor se produjo por múltiples lesiones en el cuerpo, desmintiendo la versión entregada inicialmente.
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Pues según informó la madre del menor mientras ella no se encontraba en la casa, su hijo se habría caído por las escaleras cuando jugaba con una pelota. Ante la gravedad las lesiones el menor fue remitido al Hospital del Municipio de El Cocuy, pero llegó sin signos vitales.
Pero en la investigación se logró demostrar que las escaleras por la que supuestamente se había caído el niño solo tenían una altura de 84 cm., por lo cual, las lesiones en su cuerpo no correspondían a una caída.
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De otro lado, en medio de su declaración, la madre del menor confirmó que su compañero sentimental agredía al niño porque no le gustaba que llorara. También narró cómo el sindicado de homicidio consumía drogas frente al pequeño.
