Sin necesidad de bisturí, anestesia ni catéteres el equipo médico de la FCV, trató el corazón de un paciente de 69 años que sufría de arritmia
Ante la falta de respuesta a los tratamientos convencionales, decidieron eliminar, mediante radiación, el tejido que causaba las complicaciones en el corazón del paciente.
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En términos más profesionales, se le realizó una ‘radio cirugía ablativa’ y aunque es muy común en el manejo de diferentes tipos de cáncer, es la primera vez que en Colombia se emplea para abordar a un paciente con cardiopatía chagásica.
“Esta enfermedad básicamente lo que hace es dilatar el corazón y generar arritmias ventriculares que pueden ser mortales, y ese precisamente era el riesgo que corría nuestro paciente, Pastor León”, explicó Carlos Quiroz Romero, cardiólogo especialista en arritmias.
Pese a los miles de intentos por mejorar la calidad de vida, optaron en una segunda fase por una intervención mediante cateterismo, con la técnica de ablación endomiocárdica, pero su condición persistía.
“Yo sufría ataques unas cuatro o cinco veces al día y casi siempre terminaba en el suelo o me desmayaba”, recuerda Pastor.
Gracias a la disponibilidad de nuevas tecnologías en la FCV y a la búsqueda constante de alternativas para el beneficio del paciente, se determinó que el camino a seguir era la radiocirugía ablativa.
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“Nuestro objetivo fue aplicar una radiación muy alta en una zona muy específica del corazón para destruir lo que estaba afectado, sin dañar la parte sana, y producir la conducción normal del corazón”, explicó Javier Cifuentes Quin, oncólogo radioterapeuta.
Para saber con exactitud el ‘blanco’ a intervenir, se realizaron estudios anatómicos muy detallados con el apoyo de equipos de imágenes diagnósticas.
“En este caso en particular se realizó un PET cardíaco, en donde se logró identificar el área afectada. Esta imagen se fusionó con la tomografía de simulación para definir de forma muy precisa la zona a irradiar”, dijo Ulises Granados Oliveros, jefe médico de la HIC, donde se desarrolló el procedimiento.
Pastor ingresó por sus propios medios a la sala de radioterapia y de igual forma salió a los 15 minutos. “Estos tratamientos son ambulatorios casi en el 100 % de los casos, no se necesita hospitalización y hay muy pocos efectos secundarios. En la fase de preparación tampoco se requiere de ningún procedimiento invasivo”, señaló Cifuentes Quin.