Son miles de animales los que han perdido la vida y las autoridades están en alerta pues se podría repetir la muerte de 10.000 ejemplares y 15.000 abortos de lobos marinos ocurridos en 1994

Anualmente los lobos marinos llegan hasta la Ciudad del Cabo en el Sur de África para dar a luz a sus crías y asegurar que la especia se mantenga, sin embargo, este 2020 las playas de Namibia se han llenado de miles de crías muertas por aborto, situación que alarma a los científicos.

Suramérica sufre las consecuencias de la sequía

Los miembros de las organizaciones conservacionistas Ocean Conservation Namibia (OCN) y Namibian Dolphin Project calculan que se han producido «miles» de abortos y muertes de crías prematuras en los últimos días.

Esto ha ocurrido en la colonia de 50.000 ejemplares que habita la península de Pelican Point donde se observa un panorama desolador, pues la arena casi ha desaparecido al estar cubierta por los cadáveres de lobos marinos, quienes son arrastrados por las olas o consumidos por otros animales.

Groenlandia tendrá la mayor pérdida de hielo de los últimos 12.000 años

Ahora «es muy difícil decir con seguridad el número» de muertes, indicó Tess Gridley, codirectora de Namibian Dolphin Project, en entrevista con EFE. Las estimaciones hasta la fecha apuntan a unas 5.000 solo en Pelican Point y el motivo, de momento, es una incógnita.

«Estamos siendo muy cautelosos al hablar de factores causales concretos. Hay muchas razones por las que puede haber un incidente de abortos», puntualizó la experta asegurando que podría tratarse de una bacteria o la contaminación.

Conozca el departamento con más muertes por contaminación ambiental

Además, se explicó que cuando las hembras lobos marinos se ven afectadas por alguna condición, como las mencionadas anteriormente, así como realizan partos masivos pueden generar abortos masivos.

Situación ocurrida en 1994, cuando 10.000 ejemplares murieron y 15.000 fetos de lobos marinos fueron abortados debido a problemas de inanición por la falta de pescado y la infección indirecta por una bacteria.

«Actualmente lo que estamos tratando de conseguir son muestras de crías muertas, particularmente de las recién muertas, algo que suena muy mal, pero que es necesario para tener análisis realmente detallados», expresó Gridley.

Con información de EFE