Si quizás no lo recuerdas o no lo sabes muy bien, iniciaremos contándote lo que paso el 26 de abril de 1986 en Chernobyl. En esta fecha se produjo el peor accidente nuclear de la historia en el actual norte de Ucrania cuando un reactor de una central nuclear explotó y se incendió.

Dicho desastre tuvo lugar cerca de la ciudad de Chernobyl en la antigua Unión Soviética, que invirtió mucho en la energía nuclear después de la Segunda Guerra Mundial.

The nuclear explosion at the Chernobyl Nuclear Power Plant in 1986 sent plumes of radioactive contaminants across parts of Europe.
Foto tomada de: businessinsider.es

Aunque las labores de descontaminación iniciaron de inmediato. Alrededor de la central nuclear se creó una zona de exclusión de la que se evacuaron unas 350.000 personas. Los evacuados nunca regresaron a sus hogares y hoy el área sigue vetada para el ser humano.

Más de 30 años después, los científicos estiman que la zona que rodea la antigua central no será habitable hasta dentro de 20.000 años.

A pesar de los niveles de radiación peligrosamente altos, la vida silvestre ha prosperado, incluidas las especies que antes no vivían allí. Hoy, 34 años después del accidente, en Chernobyl viven osos, bisontes, lobos, linces, caballos, perros y unas 200 especies de aves, entre otros animales.

Bisonte europeo (Bison bonasus), lince boreal (Lynx lynx), alces (Alces alces) y oso pardo (Ursus arctos) fotografiados por las cámaras del proyecto TREE dentro de la zona de exclusión de Chernóbil (Ucrania) (Proyecto TREE/Sergey Gaschack)
Foto tomada de: infobae.com

El año pasado se reunieron en Inglaterra los principales grupos de investigación sobre la naturaleza de Chernobyl, especialistas de Ucrania, Francia, Bélgica, Noruega, España, Irlanda y Reino Unido, quienes llegaron a la conclusión en que la actual zona de exclusión alberga una gran biodiversidad.

Además, confirmaron la ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre las poblaciones de animales y algunas plantas de la zona. Todos los grupos estudiados mantienen poblaciones abundantes y perfectamente funcionales en el área.

Como parte del proyecto TREE (de las siglas en inglés Transferencia, Exposición y Efectos) se instalaron durante varios años cámaras de fototrampeo por toda la zona de exclusión confirmando la presencia de fauna abundante en todos los niveles de radiación.

Estas cámaras detectaron la presencia por primera vez de osos pardos y bisontes europeos en la zona ucraniana, así como la expansión de las poblaciones de lobos y caballos de Przewalski.

¿Qué paso con los animales de Chernobyl?
Foto tomada de: ngenespanol.com

Durante la evacuación de las regiones cercanas al lugar de la explosión las personas que abandonaron sus casas se vieron obligadas a dejar a sus mascotas, con la esperanza de volver pronto en su búsqueda.

Sin embargo, nunca se les permitió volver, por lo que los animales quedaron solos en la que se había convertido en una ciudad fantasma. Muchos fueron sacrificados después de la evacuación para evitar la diseminación de la radiación, pero algunos, especialmente procedentes de localidades cercanas, consiguieron ocultarse.

Se dice que hay más de 900 perros callejeros que habitan en inmediaciones de Chernobyl lo que ha llevado a veterinarios, expertos en radiación y otros voluntarios de un grupo llamado The Clean Futures Fund a poner en marcha un protocolo que consistente en capturarlos, vacunarlos, catalogarlos y volverlos a liberar. Es por eso que se les solicita a los visitantes de los recorridos turísticos evitar tocar los animales porque son altamente radioactivos.

Fotos: Así es la población de animales radioactivos en Chernobyl | Business Insider España
Foto tomada de: businessinsider.es/Sean Gallup/Getty Images

Por medio del proyecto de control se les permite a los científicos conocer el estado de la zona sin tener que arriesgarse a entrar, la buena noticia es que la misma asociación también ha evaluado a cachorros con bajos niveles de radiación para ser adoptados y llevados a un lugar en donde puedan sobrevivir sin problemas.

Los demás son alimentados por los voluntarios o los trabajadores de zonas cercanas al área de exclusión.

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