Ante el hallazgo de las autoridades se verificó un desacato a una orden judicial emitida en 2019
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) en conjunto con la Policía departamental realizó un operativo en una curtidora de pieles ubicada en la vereda el Chingacío del municipio de Chocontá.
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Allí logró evidenciar «en flagrancia el vertimiento de líquidos peligrosos que estaban siendo descargados al río Bogotá, producto del proceso de curtido de pieles y sin ninguna autorización por parte de la autoridad ambiental», aseguró la entidad.
Así que las autoridades encargadas procedieron con la suspensión del vertimiento y la imposición de la medida preventiva contra la curtidora, con el fin de evitar que continúe la afectación en el río Bogotá.
«En 2019, el Tribunal de Cundinamarca a través de la Magistrada Nelly Yolanda Villamizar, ordenó la suspensión de actividades en esta y otras curtiembres, por lo cual este nuevo hallazgo constituye un desacato a una orden judicial y un incumplimiento a las medidas preventivas impuestas por la CAR Cundinamarca, constituyéndose en un agravante dentro del proceso sancionatorio que cursa en su contra», explicó la CAR.
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Llamado a las empresas curtidoras de cueros de la zona
Ante esta situación, la Corporación realizó un llamado a las curtidoras que operan en la jurisdicción sin los instrumentos ambientales necesarios, invitándolos a legalizarse y evitar sanciones que pueden ir desde cuantiosas multas y decomisos, hasta el cierre definitivo de estos establecimientos, debido a la grave afectación que causan a las fuentes hídricas los vertimientos generados por esta actividad, según lo indicó Clara Patricia Álvarez Medina, líder de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental – UIGA de la CAR.
