Eventos naturales, masacres y algunos hechos inexplicables, así son las historias detrás de la vibración negativa y apariciones paranormales en el país

Por: Alejandra Bustos

Colombia se caracteriza por ser uno de los lugares más frecuentados por turistas debido a sus hermosos paisajes y gastronomía inigualable, sin embargo, hay un lado oscuro detrás de pueblos, ciudades y algunos lugares que inspiran terror con tan solo verlos y en Momento 24 te contaremos cuáles son.

El listado es largo, por ello, hemos seleccionado para ti los lugares con presencias extrañas, aparición de fantasmas, brujas, sitios donde se perciben energías y se ocultan muchos misterios sin resolver. ¿Te atreverías a ir?

Armero

La tragedia de 1985 continúa latente en las ruinas de Armero, ese año tras la erupción del Volcán Nevado del Ruíz se perdieron más de 23 mil vidas y hoy, 36 años después, la energía que se siente al llegar a este lugar da cuenta de que aún existen presencias, incluso, algunos visitantes afirman haber escuchado los lamentos de las víctimas de la avalancha de lodo y cenizas que acabó con todo un pueblo.

El caminar por este lugar es solo para valientes, debido a que muchos de los cuerpos nunca fueron rescatados, lo que quiere decir que continúan bajo las ruinas y estarías caminando sobre los muertos, quienes no lograron escapar de la escena bíblica de aquella oscura noche de terror del 13 de noviembre de 1985.

Los que quedaron vivos no tienen nada por celebrar, pues este hecho les ocasionó secuelas irreversibles en su salud mental y muchos de ellos ni siquiera se atreven a pisar estas tierras con el miedo de sentir la muerte en cada paso.

Y es que ahora Armero es un pueblo fantasma con escenas de terror. Aunque en sus ruinas se divisan algunas de las construcciones como la Iglesia y el colegio, está desolado, pero solo por la vida humana porque se considera que sus mártires rondan las ruinas confundidos y sufriendo por lo ocurrido.

Una de las víctimas más recordadas es Omaira, la niña de 13 años que se convirtió en insignia de la tragedia pues duró 72 horas luchando por su vida mientras se hundía en el fango; el sábado 16 de noviembre no aguantó más y murió, desde ese momento es considerada una ‘santa’, por quienes aún la veneran y visitan el lugar.

Pero no todos lo hacen con el fin de conmemorar su sufrimiento, muerte y pedir descanso para su alma, sino que algunos han hecho de esto algo muy sombrío y convirtieron no solo a esta víctima sino a las demás en apoyo para su santería y demás prácticas misteriosas.

Hotel Salto del Tequendama

Ubicado en el municipio de Soacha este terrorífico hotel ha acaparado el interés de muchas personas. Fue construido en 1923, elegante y con apariencia gótica, atraía la visita de las figuras de la élite colombiana, pero su fama oscura llegó.

El hotel empezó a ser elegido por muchas personas para quitarse la vida y no solo en sus habitaciones, la cercanía con la cascada de más de 150 metros de altura lo convertía en un sitio propicio para el suicidio.

Y es que en tan solo seis segundos una persona que se lance de este lugar, ya es historia. El final de la caída de la cascada es conocido como el lago de los muertos, por la gran cantidad de cuerpos que allí reposan. Además, se ha llegado a hablar de una atracción o fuerza sobrenatural para quienes se acercan demasiado a la orilla, pues se convierte en ‘inevitable’ saltar.

Así se construyó la fama de terror de este sorprendente lugar, en donde aún rondan las almas en pena que protagonizan sucesos en la noche y la madrugada, paseándose y lamentándose por todo el hotel y sus alrededores logrando generar temor hasta en la persona más valiente. Ahora, se convirtió en un Museo que solo tiene abiertas sus puertas de 9 a.m. a 4 p.m., ¿será que después de esa hora empiezan a salir los espíritus?

Isla Gorgona

Aunque en su momento fue la cárcel más temida del país ahora es un Parque Nacional Natural, así que puede visitarlo cualquier persona en un recorrido guiado, ¿irías? La prisión fue construida en 1960 por el Gobierno de Alberto Lleras Camargo en la Isla Gorgona ubicada en el Océano Pacífico y reconocida por estar rodeada de tiburones impidiendo que los presos se escaparan, una escena terrorífica solo por el significado que tenía.

Allí fueron enviados los delincuentes más peligrosos de Colombia, entre los que se encontraban asesinos, violadores y quienes cometían todo tipo de delitos escalofriantes, pero en Gorgona los esperaba su castigo.

La construcción fue inspirada en los campos de concentración nazis, así que nada positivo podría salir de ello; el principal objetivo era que los prisioneros se arrepintieran de sus acciones así que eran humillados y torturados.

Este terrorífico lugar era digno de llamarse ‘infierno’ para quienes fueron prisioneros, se dice que muchos preferían ser mordidos por las serpientes venenosas antes que pasar otro día más en ese lugar, incluso, se habla de amputaciones con seguetas y sin anestesia.

Por ello, los sujetos más violentos que habitaron el país en vida, continúan rondando en las ruinas de la prisión en forma de almas atormentadas generando una energía bastante pesada que sienten algunos de los visitantes y hasta han llegado a escucharlos en medio del silencio atroz.

Laguna de Guatavita

Más que un lugar de terror en cuanto al contacto con fantasmas, la Laguna de Guatavita es reconocida por ser una puerta de contacto con seres de otros mundos, ¿crees en los aliens?

Los visitantes suelen acudir a este lugar en el municipio de Sesquilé, Cundinamarca. Allí es común ver acampar a las parejas como plan romántico o los amigos aventureros, pero esta zona es reconocida por avistamientos de OVNIS e, incluso, se dice que han ocurrido abducciones de algunos seres humanos.

Hay libros en los cuales se documentan las intervenciones por parte de varios seres del universo, quienes han llegado a llevarse a personas para enseñarles más sobre sus mundos y luego los regresan.

Blu Radio registró la historia de Enrique Castillo, un ingeniero costarricense que llegó a vivir a Colombia y visitaba frecuentemente varios lugares donde se presumía tener contacto con seres de otros mundos, en una visita a Venezuela una señora llamada Coni Méndez le aseguró que debía ir a la Laguna de Guatavita.

El hombre acudió a la ‘cita’ pero al no recibir ninguna de las señales decidió irse y fue justo en ese momento cuando recibió la visita de dos ‘hombres’ en una nave, uno de ellos era un ser con quien tuvo contacto hace algunos años y quien, en su momento, dijo ser ruso.

Los seres que descendieron de la nave le confirmaron que venían de Pleyades y que hacían incursiones entre los humanos, en esa noche de 1973 le dejaron el mensaje de que el mundo viviría 9 cambios: la llegada del VIH (que ocurrió en los años 80), pestes, violencia y muchas otras escenas de terror que el mundo está atravesando. Sin duda, escenas escalofriantes que se convierten en realidad.

Cementerio Central

No solo ser un cementerio lo convierte en un sitio frío y terrorífico de por sí, sino las historias que se ocultan detrás de él. El Cementerio Central fue inaugurado en 1836 por lo que ahora es el más antiguo de Bogotá, el visitarlo es toda una experiencia de terror.

Allí encontrarás caminos de tumbas y uno que otro visitante, del cual queda duda si realmente está vivo o es un alma en pena, sus largos y oscuros pasillos esconden miles de historias de muertes, suicidios y asesinatos que, sin duda, te dejarán un sin sabor al sentir las presencias.

En estas tumbas se encuentran enterrados varios expresidentes y personajes muy importantes en la historia colombiana a quienes muchas personas van a rendirles culto sin siquiera ser familiares o tener algún vínculo, pues aseguran que les conceden favores a cambio de sus visitas y regalos. ¿Visitas el cementerio o te da terror?

Ahora, las visitas son mucho más reguladas que hace algunos años, pero los trabajadores que llevan años allí confirman que es común que lleguen personas con fines de brujería o magia negra, los cuales usualmente eran cometidos en ‘el caracol’ una escalera terrorífica que lleva a un sótano con cientos de tumbas y donde se ahorcó un hombre, quien dejó una nota explicando que tenía problemas de dinero.

Esa escalera fue sellada debido a los fines de vudú, satanismo y demás con que las personas la usaban y aún se dice que hay muñecos, ropa interior, fotografías y otros artículos con que se cometían las acciones de brujería que dan terror.

Aunque este sótano está cerrado, fuera de su área también pasan cosas abrumadoras y que le dan un aura de terror al ambiente, pues se ha visto a mujeres, hombres y niños que se aparecen en el panteón tanto en las mañanas como en las noches.

Terror en El Bronx

Durante años entre las calles 9 y 10 y la carrera 15 y 15ª de Bogotá se ocultaba un mundo terrorífico oculto detrás del mundo de las drogas, hablamos de El Bronx, una zona en forma de L con varias casas que servían como refugio para los habitantes de calle, además eran protagonistas del movimiento de redes de narcotráfico y prostitución, incluso, con menores de edad.

Allí se desarrollaban todo tipo de actos que terminaron por convertir en estas calles en un completo infierno lleno de torturas, una de las más sorprendentes era que se lanzaban personas vivas a animales como un cocodrilo que tenía por nombre Pepe y se encargaba de cobrar las cuentas de quienes sembraban terror y manejaban el lugar a su antojo.

Nadie aquí podía tener una deuda porque pagaba con su vida y de la peor manera, era común que descuartizaran los cuerpos y luego sumergieran sus partes en ácidos para desaparecerlos completamente y sin dejar rastro.

Escenas que solo se ven en las películas pero que en El Bronx eran el pan de cada día, incluso Pepe no era el único que ajustaba pendientes en las calles de este lugar, pues personas que habitaron allí y luego se rehabilitaron afirman que había habitaciones llenas de perros en donde encerraban personas que habían violado las ‘leyes’ de la calle y estos se los devoraban vivos en media hora. Además de las constantes violaciones a menores de edad que vivían en el lugar terror puro.

Todas estas aberraciones tuvieron fin en 2016, cuando en un enorme operativo miles de hombres del Ejército Nacional y la Policía llegaron al lugar para acabar con el horror de lo que allí ocurría. Pero no todo terminó ahí, pues ahora al pasar por esas calles se sienten las energías pesadas de lo ocurrido y los cientos de muertos aún vagan por la zona, como reclamando un lugar.

Asimismo, se cuenta que dentro de las casas existieron sitios especializados en los cuales se dedicaban a la brujería y rituales satánicos en los que se ofrecían sacrificios de personas, la mayoría de ellos, niños que vivieron en carne propia el terror.

La Jagua

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El pueblo de las brujas está ubicado en el municipio de Garzón, Huila, se dice que hace años fue quemada una hechicera a quien lograron atrapar por lo que desde ese momento las demás brujas empezaron a habitar allí para hacer magia negra y se desplazan por las noches buscando víctimas.

Todo el pueblo es un lugar colonial con antiguas casas y calles, en el cual se han apropiado de los mitos haciendo anualmente el Festival de las Brujas de La Jagua, donde se realizan danzas y se proyectan películas de terror.

Algunas de las mujeres del pueblo empezaron a practicar la lectura del cigarrillo y otras técnicas para pronosticar el futuro de los creyentes en las artes de la magia negra y blanca, pero esta práctica se ha ido perdiendo con los años y hay quienes afirman que de las famosas y terroríficas brujas no queda ni la sombra. ¿De que las hay, las hay?

Hospital psiquiátrico en Sibaté

El Hospital Neuropsiquiátrico Julio Manrique fue fundado en los años 30, pero las condiciones en las que se mantenían a los pacientes en esa época son un misterio y se dice que eran demasiado complicadas, pues quienes ingresaban no contaban con la más mínima posibilidad de salir de allí. Una afirmación que da terror.

Según indicaron los trabajadores del lugar en entrevistas con diferentes medios en los pasillos se escuchaban estridentes carcajadas que terminaban en llantos inconsolables y pertenecían a quienes habían pasado en el centro sus primeros años.

Pues en ese entonces a las personas con problemas mentales se les trataba de forma cruel y eran sometidos a baños de agua helada, choques eléctricos y la polémica lobotomía, práctica que buscaba moderar los comportamientos de los pacientes. Debido a esto, el municipio entero se ganó una fama a nivel nacional a causa del terrorífico hospital, por lo que hay quienes aún sienten miedo de visitar el lugar.

Relato del terror vivido por uno de los vigilantes:

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Jordán Sube

Ubicación: en las profundidades del cañón del Chicamocha, en el departamento de Santander.

Datos: pueblo desolado, sin comercio; sin embargo, está rodeado de un paisaje cautivador.

Con una cantidad muy limitada de habitantes, este pueblo lucha por no desaparecer. Se trata de un pueblo privilegiado con la vista de una hermosa cordillera adornada por abundantes cactus. El silencio reina a diario en las escasas seis calles de pavimento y tierra de Jordán Sube, porque tiene 1.047 habitantes, pero lo particular de este lugar es que el 94,92 % de ellos vive en la zona rural y la cabecera municipal se encuentra básicamente desolada.

En este pueblo fantasma no hay comercios ni restaurantes, ni almacenes de ningún tipo. Sus habitantes viven de la siembra de productos tradicionales como el café y algunas frutas. Visitar este lugar resulta un poco difícil porque tampoco hay hoteles. Únicamente existe una pequeña posada que cuenta con apenas ocho habitaciones, un panorama de terror. Además, hace muchos años que no hay ningún nacimiento en el pueblo. Como no hay un hospital ni una farmacia, todas las mujeres embarazadas se trasladan a pueblos cercanos para dar a luz.

¿Pero qué le pasó a este lugar para llegar a su estado fantasmal?

Algunos dicen que se trata de una maldición, pero hay quienes ofrecen otras explicaciones. Otros atribuyen este estado de desidia a la época de la violencia bipartidista. Dicen que, en los años 40, los liberales que allí vivían huyeron de esas tierras y jamás volvieron.

San Cayetano

Ubicación: en el departamento de Cundinamarca, en la mitad del corredor estratégico entre Pacho y Muzo, donde el narcotráfico y los negocios de esmeraldas del ‘Mexicano’, Gonzalo Rodríguez Gacha, se desarrollaron por mucho tiempo. San Cayetano y sus alrededores eran considerados una “zona caliente”.

Datos: San Cayetano, como todos los pueblos colombianos, vivía, en los años 80 y 90 del siglo pasado, el alboroto y las vicisitudes de los problemas políticos y sociales de nuestro país.

Más allá del Ejército, los paramilitares y la guerrilla merodeando por sus campos, lo que real y físicamente les movía el piso a sus habitantes eran unos temblores esporádicos, movimientos de tierra producto de fallas geológicas enormes y del acomodo de las placas tectónicas de las montañas que lo rodean. Acostumbrarse a convivir con estos temblores puede ser relativamente fácil.

Pero lo que no aceptaban, a lo que no se puede acomodar nadie, es a ver sus casas con enormes grietas en paredes, techos y pisos, creciendo día a día. Conciliar el sueño e intentar descansar con la incertidumbre de que la casa se venga encima, es terrorífico.

La epopeya de San Cayetano comenzó en 1999. Ese año los habitantes del pueblo empezaron a notar que las paredes de sus casas se estaban rajando, que las calles se estaban hundiendo y que hasta los pilares de la iglesia estaban agrietados. La falla geológica que pasa por el municipio se había reactivado y amenazaba con tragarse literalmente todo el pueblo.

La Siberia

Ubicación: En la vía La Calera-Chingaza, en medio del paisaje montañoso y frío de Cundinamarca.

Datos: En 1933, cuando La Calera era tan solo un caserío y el Parque Natural Chingaza no existía, la cementera Samper (la primera del país en ese entonces) construyó la planta La Siberia, una proeza de infraestructura.

La Siberia ha sido por años un punto de visitas para los amantes del terror, las historias de miedo, o para los que gustan de la adrenalina y quieren pegarse un buen susto. No más imagínese un pueblo desocupado, en el campo, a la medianoche, así no pase nada. Seguro ya estará predispuesto, y si pasa un ratón, se asustará.

Más de 80 años después, solo quedan ruinas corroídas, pisos y paredes abrazados por la maleza, chécheres viejos y polvorientos, una fuente de mitos y un imán que atrae a curiosos. La construcción contaba con la fábrica, la iglesia, el hospital y las casas para los trabajadores. Tenía, además, tres hornos daneses y enormes chimeneas que sucumbieron ante el tiempo y el abandono. Ya van casi 20 años desde que cerró esta cementera donde trabajaban 200 operarios que producían 1.500 toneladas de cemento marca Samper.

Después de atravesar dificultades por a la recesión económica, y de capotear al sindicato de trabajadores, la fábrica fue clausurada en 1999 y poco a poco los obreros la fueron abandonando. Así ha permanecido hasta ahora. Han sido años para alimentar historias de fantasmas y actividades inexplicables que han atraído a muchos curiosos durante largo tiempo.

Entre las historias de terror que se cuentan, está la de la clínica de Siberia en donde, dicen, estando cerrada, los celadores empezaron a ver que las luces se encendían dentro del lugar; también que escuchaban pasos y veían a una enfermera, incluso, fuera de la cementera.