El coronavirus sigue cobrando vidas este miércoles, pese a las medidas sin precedentes tomadas en todo el mundo para detener la pandemia, que según el jefe de la ONU implica la peor crisis que vive la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial

Donald Trump
El presidente Donald Trump informando a su país de la cantidad de fallecidos por el coronavirus Covid-19 y los pronósticos sombríos para las próximas semanas.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió el martes a los estadounidenses estar «listos para los muy difíciles días que nos esperan», y agregó que las próximas «serán dos semanas muy, muy dolorosas».

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Las muertes en Estados Unidos por el Covid-19 superaron las 4.000 en el madrugada del miércoles, cifra que se duplicó en tres días, de acuerdo con el recuento que realiza la Universidad Johns Hopkins.

Más de la mitad de la población del mundo se encuentra bajo algún tipo de confinamiento mientras los países buscan desesperadamente detener el avance del virus que ya infectó a más de 840.000 personas en el orbe desde que se desató en diciembre en China.

La informalidad y el confinamiento

Pero el confinamiento es difícil de cumplir en numerosos países, en especial en África y América Latina, donde millones de personas viven gracias a una economía sumergida y habitan en lugares superpoblados.

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El virus ya dejó asimismo más de 40.000 muertos, la mitad de ellos en Italia y en España, pero el número de fallecidos no deja de crecer.

Entre 100 mil y 240 mil muertes se pronostican en EE.UU.

Con esta marcada aceleración, el balance diario en de Estados Unidos se acercó al nivel de Italia y España, mientras que el pico de la pandemia, que se avecina en esas dos naciones europeas, todavía no se avizora en Norteamérica.

Estados Unidos registraba unos 189.000 contagios, una cifra que se duplicó en apenas cinco días.

Integrantes del equipo especial de lucha contra la pandemia montado por el gobierno de Trump difundieron un sombrío pronóstico de entre 100.000 y 240.000 muertes en el país en los próximos meses, si se respetan las restricciones actuales. Si no se tomara ninguna medida, dijeron, los decesos se situarían entre 1,5 y 2,2 millones.

En Estados Unidos más de tres cuartas partes de la población vive confinada, de manera más o menos estricta según los estados.

Nueva York, la zona más afectada

Nueva York inició una carrera contrarreloj para aumentar la capacidad de sus hospitales antes del pico de la epidemia, esperado «de aquí a entre siete y 21 días», según el gobernador del estado, Andrew Cuomo.

En Manhattan se levantaron hospitales provisorios en un centro de conferencias y en pleno Central Park, en tanto se proyecta otro en el centro deportivo de Flushing Meadows.

«Es como una zona de guerra», dijo Donald Trump.

Con información de la AFP…