Los familiares llevan ocho días realizando actos conmemorativos para despedir a sus familiares.

Uno de los episodios más crudos de la violencia en el país parece llegar a su final, la masacre de Bojayá, Chocó, sucedió en mayo de 2002 cuando la guerrilla de las Farc lanzó una pipeta de gas a una Iglesia ocasionando la muerte de cerca de 80 personas y dejando centenares de heridos.

Luego de 17 años de este hecho, se llevará a cabo un entierro colectivo de 72 de las víctimas mañana 18 de noviembre, pues las autoridades finalizaron este año la identificación de los cuerpos.

Cabe resaltar que los restos llegaron al caserío el pasado 11 de noviembre y los habitantes recibieron a los cuerpos de niños y adultos con una calle de honor.