«Si yo me llego a salir así o llega a pasar algo, Dios no quiera, dicen que quién sabe yo qué me lleve»

 

¡La maldad de algunas personas no tiene límite! Vuelve a ocurrir, un vigilante en el barrio Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá, llamado Helbert Bolívar, ya lleva 50 días confinado en una bodega, haciendo su trabajo, y con miedo a que lo despidan si se va, ya que le dijeron que tenía que quedarse hasta nueva orden.

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Según lo descrito por City TV, este señor, de 56 años, tiene encerrado desde el 26 de marzo por orden de sus jefes, representantes de una cadena de restaurantes no identificada, mismo que solo habría pagado $900.000 desde el primer día de su encierro y en dos pagos distintos.

«Me dijeron que tenía que quedarme hasta nueva orden por lo que no había quien cuidara la empresa. Dije que bueno, que no había ningún problema. Uno va contando con que me pagaran o algo, me dejaran alimentación, pero a la semana se desaparecieron», contó la víctima de este «secuestro simple».

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Y es que abogados expertos en la materia ya comentaron que estos casos son determinados como «secuestro simple», delito que lleva a una pena de prisión de entre 12 y hasta 25 años.

Este señor, dormiría en dos sillas desde hace medio centenar de días y ojo, todavía no ha salido de allí por el miedo que lo embarga de quedarse sin ingresos. Además no puede poner un pie fuera de la bodega, ya que esta está protegida por un sistema de alarmas que al abrir la puerta se dispara.

Una cobija, luz intermitente, mucha fuerza de voluntad y una hija que le lleva comida todos los días es con lo único que cuenta este humilde trabajador. «Si yo me llego a salir así o llega a pasar algo, Dios no quiera, dicen que quién sabe yo qué me lleve», lamenta Bolívar.

Este contó que le habían dicho que podía salir el 11 de mayo, pero ese mismo día le dieron la contraorden y tuvo que quedarse encerrado. «Yo ya me estaba alistando cuando me dijeron que no podía irme porque eso era abandono de trabajo, y yo dije: ‘Entienda que yo también estoy cansado'».

«Es triste, de verdad, que a uno le pase esto», concluyó Helbert Bolívar.

«Mi papá está asustado»

Jenny Bolívar, su hija, aseguró ante BluRadio que “mi papá está asustado, teme de las represalias que pueda tomar la empresa contra él por hacer la denuncia. La que tomó la decisión fui yo, porque cada vez que lo veía y tenía que entregarle el alimento de esa manera me dolía mucho”.

La joven denunció que durante 48 días su papá solamente recibió $400.000. “Lo toleré porque mi papá necesitaba el dinero, pero en vista de que pasaban los días y no le consignaban, el 14 de mayo ya me decidí a denunciar el caso”, comentó.

“Me dijo que le decían siempre que estaban en una situación difícil, que tuviera paciencia y que cuando tuvieran plata le iban a consignar, que no llamara ni molestara más, que le iban a consignar. Por esa razón hice la denuncia”, contó.

También indicó que su papá “no tenía ni un baño para poderse bañar, me mostraba que secaba la ropa en una estufa, cosas que me hicieron decir no más”.

Ya salió de la bodega

El vigilante Hélbert Bolívar señaló que esta mañana pudo salir de la bodega y los que fueron a sacarlo llevaron»como si no hubiera pasado nada, llegaron a pelear, me trataron mal. Me dijeron que me tomara un descanso y que supuestamente me iban a llamar para seguir laborando con ellos y que me pagarían hasta lo último que había trabajado».

«Yo les dije que eso no remediaba todo lo que estuve ahí. Es muy difícil trabajar ahí porque hay muchas injusticias”, sentenció.