La familia no ha recibido ninguna indemnización, de otro lado, el violador y asesino pasa los días haciendo maquetas y artesanías en la cárcel de Valledupar

Lo último que se supo de la familia de Yuliana Samboní, la pequeña de 7 años que fue secuestrada, violada, torturada y asesinada el 4 de diciembre de 2016, es que se encontraban en zona rural del municipio de Bolívar, en el departamento del Cauca luego de irse de la capital por lo que le ocurrió a su pequeña.

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En febrero de este año Juvencio Samboní, su esposa Anely Muñoz y los hermanitos de Yuliana Samboní, concedieron una entrevista a la Agencia de Periodismo Investigativo (API) donde dieron a conocer que el Ministerio de Agricultura les dio 30 gallinas, unos bultos de cemento y 200 ladrillos. Nada más.

«Aunque quiera o no quiera, toca salir, luchar a donde uno le parezca más fácil», indicó en ese momento el padre de la pequeña, asegurando que no recibieron ninguna ‘reparación’, como se dijo en un principio.

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«Hubo muchas cosas que legalmente no fueron ciertas. Primero nos dijeron que nos iban a regalar un lote y eso no se dio. Luego, cuando se dio la condena del señor Uribe Noguera, salió en los medios que tenía que pagar una multa y que eso iba a ser para la familia y tampoco fue. Todo fue mentira», explicó el padre de Yuliana Samboní en la entrevista.

Entre tanto, se sabe que su violador y asesino, Rafael Uribe Noguera, pasa sus días cumpliendo su pena de más de 50 años en la Cárcel de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, la Tramacúa. Allí realiza maquetas, planos y artesanías.

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